Sobre el poemario La danza de las esferas de Sandriuska Theremin (Marciano Ediciones, 2022).
Descargas electromagnéticas
Al abrir La danza de las esferas de Sandriuska Theremin, descubrimos de inmediato un fragmento del poema «La palabra» de Gabriela Mistral (Lagar, 1954): «Yo tengo una palabra en la garganta / y no la suelto y no me libro de ella / aunque me empuja su empellón de sangre». Esta cita aislada invoca el poder del lenguaje que hierve en nosotros y se nos atraganta. Es una palabra violenta y peligrosa, porque si la soltamos «quema el pasto vivo, / sangra al cordero, hacer caer al pájaro». Justamente, este poemario de Sandriuska Theremin utiliza el poder de la palabra para hacer girar en armonía diversos elementos de la realidad y la naturaleza que, al mismo tiempo, existen en un mundo de violencia latente: así como el átomo engendra la bomba atómica (p. 15), la celebración de las ondas electromagnéticas tampoco pasa por alto su capacidad destructiva: «ondas delirantes / que se incendian / a 300.000 kilómetros por segundo / en el vacío» (p. 16). Esta doble dimensión del mundo aparece plasmada también en un collage (el primero de diez), que representa un planeta rodeado por naturaleza, esferas y átomos (p. 13), y que dialoga con el poema que le da título al libro, «La danza de las esferas»: «Esferas rojas y anaranjadas / Bailan en el cielo / abrasan el jardín / rompen ventanas / invaden la habitación / des / me / nu / zan / mi / cuer / po». Las esferas celestes son como las partículas que componen nuestro propio cuerpo. Ejecutan en armonía el baile que nos permite existir materialmente en la realidad y, al mismo tiempo, albergan la posibilidad latente de la disgregación y el caos a través de una explosión de la materia. Continuar a ler ““LA DANZA DE LAS ESFERAS” DE SANDRIUSKA THEREMIN – Reseña de Pablo Fante”
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