ATÁVICA – por Claudia Isabel Vila Molina

Foto de Luís Guerra e Paz

Extrañeza

Un día particular choca de frente contra el influjo del aire
es necesario cuadrar esta nomenclatura traducir rostros menores
y anunciar los cultos
será por lo tanto una nueva llamarada entre los vigilantes
¿Será que permanecen ensombrecidos entre sus ramas de invierno?
Y acaso ¿algo mayor ruede y se paralice porque no sabe transitar solitario?
Comúnmente yacías en el fondo del cuadro hasta que vinieron y de pronto
te extrajeron la noche
Era tarde y los ruidos ajenos terminaron por depositar tus perfiles en algo
llamado existencia
El azul temblaba de frío porque la oscuridad cortó de raíz tus esbozos
Y el viento fue exteriorizando las imágenes del silencio
Era julio y tus manos movían con fuerza lugares detenidos por la memoria
La sangre cortaba anunciaciones de los nuevos extraterrestres como ráfagas mudas
habían de penetrar en lo más oculto.

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Erráticos

El olor de las hojas dormidas atrae despeñaderos
como ebrios alcanzamos migajas de luz
desde un escondite átomos juegan con nosotros
ya no somos los mismos
nos colocamos en los umbrales de las puertas,
el olor de las hojas lleva un equipaje lleno de miradas
y la ausencia deshilacha el pañuelo que flota contra la ventisca
¿De qué estamos hablando?
Si en vez de indicaciones nuestro cuerpo posee sitios indestructibles
y replica tonos de la media luz y aquello se puebla de lugares
en esta casa donde nacimos no hay fuego ni tormentas a la medianoche
los invitados nos sirven una taza de té y el desarraigo es superior
a este inútil vuelo de palomas que concibo en soledad.

(Atávica, 2017, inédito)

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Revelaciones

Líneas de bruma impactan hacia las quebradas nos hacemos los ilusos es ahora cuando se dejan acariciar y mueven su cabeza en señal de aprobación, incluso la luciérnaga está en el mismo territorio, de hecho tiene varios silencios en su regazo yo termino de arreglar fisonomías que se atrasan como relojes y doy vueltas desde los globos hacia límites de la península ¿qué demarcaciones se extienden entre una espalda y la otra? ¿ hacia qué superficies se abren las hogueras del tiempo? Caracoles se duermen entre las manos de mi madre Y algo se eterniza.

(Atávica, 2017, inédito)

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Claudia Isabel Vila Molina (22-09-1969) Poeta y crítico literario  nacida en Viña del Mar, Chile.  Profesora de lenguaje y comunicación de la PUCV, El año 2012 publica su primer libro “Los ojos invisibles del viento”, además ha formado parte de diferentes talleres literarios. Actualmente está por editar dos libros de poesía (en diferentes editoriales), trámite que está en proceso aún.  Ha sido publicada en variados medios digitales tanto chilenas como extranjeras de renombre: Mar Andrómeda, Babiela, Matérika, Marcapiel, Cantera, Letras de Chile, Triplov y Athena de Portugal, entre otros, junto con ello ha realizado ensayos y comentarios críticos a diferentes libros de poesía de connotados autores chilenos y extranjeros. Durante el año 2017 participa del grupo Xaleshem con textos poéticos para la antología surrealista “Componiendo la ilusión” en honor al poeta y collagista Ludwig Zeller.  Además, ha sido publicada en la antología Luna Llena y la antología feminista Ixquic, junto con la exposición de uno de sus textos en el “Centro Matta” (100 años de surrealismo) (2020). En la actualidad es miembro del grupo “Surrealismo Agartha”.