CABALÍSTICA – por Ulisses Varsovia

Rosa de Pentecostés

Primavera de violentas ráfagas
en mayo crepuscular
desgarrando su vegetal vestidura,
resquebrajando el aire
a eléctricas dentelladas.

Marcial mi triste actitud
de varón iracundo en las lindes
de lo vesperal y lo viviente,
habitado por guerras
atravesando el umbral
del águila y del azufre,
viril en el cruce atmosférico.

No capitular, manes silvestres,
no deshojar la humedad
hasta la desnudez terrestre,
no descender el hilo órfico
por el escalofrío del sueño.

Allí sus pétalos carnales
congregando la nitidez
del agua y sus transeúntes,
allí su arrebolada copa
llena de efímeros zumos,
llameando de luz vesperal.

Primavera de incendios
desnudando su festividad,
atravesando en ráfagas
de húmedos cuchillos
su bello color transitorio.

Pero marcial mi actitud
de triste guerrero erguido
en las lindes de lo viviente,
viril en los sombríos cruces
de trigo atmosférico.

Orquídeas

 

Quizás su hermético misterio
nada más que un parpadeo
de invisibles alas cruzando
las dimensiones del agua,
quizás su silencioso color
sólo la súbita conversión
de precámbricas deposiciones
devolviendo a la tierra
su bella urdimbre de espectros.

Ella allí, magnífico cáliz
vertiendo su misterio azul
desde una pluvial vertiente
sacudida por mágicos dedos,
esbelta doncella en flor
dormida en su danza inmóvil.

A tus húmedos labios
una gota de la eternidad,
un secreto de milenios
herméticamente obscuro asomado,
exhibiendo su vegetal enigma.

Inconmovible flor del sueño,
de tu cáliz mínimo
un portentoso fluir de linfas
adormeciendo la atmósfera
de precámbricas emanaciones.

En tu invencible presencia
la tierra otra vez su esplendor
de salvaje intemperancia,
conmovedora en su monarquía.

Pero quizás tu hermético misterio
nada más que un parpadeo
de alas dormidas cruzando
las dimensiones del sueño.

 

Acto carnal

En el acto carnal,
criaturas sonámbulas
obscura cantidad
de eléctricas distancias
en ciega ansiedad
desatadas.

Un tropel de pájaros
en vuelo incendiario,
clavando sus dardos
de metal agrario
en el árido surco
depositario.

Tu destino un fruto
de obscuro destino
y anónimo rumbo,
entre los ciegos hijos
del animal recluso
en sí mismo.

Mañana atroz cereal
dispuesto en cruz,
en el lecho cenagal
ebrio de luz,
con su eléctrica carga
de plenitud.

Mañana ciego cereal
de índole imbácula
con su carga vital.
Criatura sonámbula
de obscura cantidad
monástica.

 

Maraña

Dos a la mediamañana
inclinados sobre el abismo,
con la conciencia alarmada
en la intrincada maraña
de los destinos.

Un sólo paso en falso,
una palabra proscrita,
y rodarán nuestras vidas
al sumergido espanto
de la luz dormida.

Aquí tu cuerpo desnudo
atrapado en su maraña
de invisibles lianas
creciendo desde el humo
de la infancia.

Valor en la mala hora

de las persecusiones,
circuídos de antorchas,
y a ciegas por un bosque
de altas sombras.

Dos hacia la mediatarde
a orillas del abismo,
con su duro destino
de vástagos totales
interrumpidos.

Todavía tu resolución,
todavía un paso a tientas,
y la luz somnolienta
desde su vieja prisión
alas abiertas.

Todavía tu abrazo
de fuego en desmesura,
ardiendo en la espesura
de tu propio fárrago,
virgen desnuda.

Y por el mismo camino
de los viajeros ciegos,
una niña encendiendo
sus símbolos dormidos
en otro sueño.

Dos hacia la medianoche
al fondo del abismo,
con todos sus sentidos
lúcidos en el roce
de sus destinos.

 

Lilas

Antes que las lilas
sepulten su perfume
racimal,
antes que la intensidad
de sus pródigas ubres
se apague en el clímax
de su lácteo esplendor,

antes, Claire,
que sus secos pistilos
se adormezcan y duerman
su ávido sueño invernal
dispersos por la tierra,

antes que su color
de desnudas diademas
en el misterio matriz
de la primavera
palidezca,

antes que su hálito azul
se disuelva en la amplitud
del aire irrecuperable,
y pierda el polen púdico
su efímera doncellez,

antes, antes, amor,
que las lilas racimales
sepulten su perfume
de espesa intensidad,
y apaguen las ubres
su flujo de linfas
no terrenales,

antes, Claire, que sus alas
depongan su circuíto
dentro del aire,
y ya nada en la tierra
tenga sentido,

antes que se extravíen
nuevamente
en su propio perfume
las lilas racimales…

Poemas escolhidos pelo autor, extraídos do livro inédito “Cabalística”:

Ulisses Varsóvia  Naci en 1949 en Valparaiso, Chile, soy docente universitario, me doctore en Alemania, he publicado unos 25 poemarios, y me publican numerosas revistas de internet, actualmente resido en Suiza, sigo escribiendo poesia.