RESEÑA A LIVRO DE ZLATAN STIPISIC – por Claudia Vila Molina

 

Reseña crítica a

Banderas de un imperio hundido

ZASTAVE POTONULOG CARSTV

de Zlatan Stipišić (GIBONNI) 

El poemario Banderas de un imperio hundido del cantautor y poeta croata Zlatan Stipišić (GIBONNI) del año 2024 y publicado por la prestigiosa editorial puerto riqueña Isla negra está compuesto por poemas en croata, con traducciones al español e inglés. En principio, el título encierra numerosos rasgos entrelazados con la vida, Dios, la fe, el amor de pareja, la familia, entre otros; aunque, estos conceptos son vulnerables al quiebre y al rompimiento en la voz de cada poema.

Asimismo, la estructura del poemario se divide en los apartados: Huesos y Piel. El primero está integrado por algunos textos con una evidente visión humanista y bíblica expuesta acerca de Dios y se expresa a través de los títulos: “My brother Caín”, “Por voluntad de Dios Por voluntad propia”  y “La puerta de mi hermana”, entre otros. El poema “Seas quien seas” pertenece al segundo apartado llamado Piel y se puede leer lo siguiente: Y todos nuestros pecados, cual hermanos/Acuden en socorro mutuo (46). Es necesario afirmar que, si bien, este poema está relacionado con el amor pasional hacia una mujer hermosa, al mismo tiempo, sobresale la mención a las palabras: “pecados”, “hermanos” y “socorro”. En este sentido, la irrupción de estas referencias en un poema apasionado indica una opacidad frente a las maneras en que el hablante lírico se enuncia, ya que se mantiene un eje de lo divino ante el amor humano y pasional, por esta razón existen dos vías complejas de entender esta óptica. Una de ellas se exhibe a través del choque entre estas dos concepciones ( aspecto divino versus ámbito humano) y en la segunda perspectiva, la representación de Dios es observada como una figura que posee superioridad desde el lugar divino con respecto al amor humanizado e inferior, es decir, apegado a la materia: “¿Y cómo encuentro ahora/Un pedacito de dignidad que me sostenga?”(“No es un secreto”, 25). Subrayando la imperiosa necesidad del deseo carnal y que desencadena un declive en la humanidad del ser.  Sin embargo, desde otra mirada, la imagen de Dios, presentada en varios de los textos, tiende a la transformación y renegación de sí misma; por lo tanto se centra en un juego de adoración: Ella llegó al frente del lecho blanco/ Como ante el Señor/ Antes de acostarse/ Se persignó una vez/ Por lo que va a venir/ Por un consuelo y una palabra ( “Todo volverá a ser como era”, 33). En estos versos existe la necesidad de justicia divina frente a complejos hechos vivenciales y desde este escenario, el hablante se adhiere al significado simbólico de un referente divino, quien brinda consuelo a la figura femenina para no sucumbir frente al fracaso y la existencia.  Luego sucede un quiebre constante, lo que finalmente termina por transgredir este símbolo divino. Ello se aprecia en los siguientes versos: Es lo que te envía Jehová y el diluvio y las ranas/¿Sabes distinguirlos?/Yo no veo a nadie caminado sobre el agua/ Y que me guíe por estas tinieblas/Ahora es el fin…/“This is the end my friend” (…THE END…32). O sea, la representación de Dios asumida desde una base estructurada y fija tiende a ser desestabilizada en una pugna entre la creencia mediante la fe y la problematización de esta.

El segundo tema del poemario está sustentado en diversas temáticas socio culturales unidas a dos vertientes importantes manifestadas a través del retorno al origen representado por el ámbito familiar y desde otro enfoque, la tensión de la relación amorosa evocada por el hablante lírico mediante los sentimientos expresados hacia su amada. Respecto al retorno hacia el origen, se lee:” Bella figura, bella pintura /Cómo decirle a la madre/ “De eso no se puede vivir, todos siguieron adelante, /Solo nosotros fuimos yendo para atrás”” (Bella figura Bella pintura, 30). Sobresale la visión de la madre como un símbolo de la fortaleza, o sea, ella es quien mantiene la voluntad de seguir adelante, a pesar de las condiciones de vida difíciles de su familia. De acuerdo con los versos señalados, la madre como una figura femenina vive dentro de un contexto social que la refleja, en cuanto a sus actos, por ende, ella también está sometida al escrutinio social de sus propias acciones y las de su entorno familiar.

El segundo apartado llamado Piel está fundamentado en las relaciones amorosas de pareja y en ellas prevalecen distintos modos en que el sentimiento se exterioriza, en relación con diferentes circunstancias en que estas emociones se desarrollan; como por ejemplo: En “Sediento estoy”  (48) aflora de esta manera: Siempre te he amado y por ti ardo/ Tengo sed desde que te encontré/ …Tengo sed de ti …..La visión poética expuesta está inserta dentro de un ámbito literario contemporáneo, por lo tanto alejado de conceptos románticos muy evidentes; aunque en este poema la imagen del amor está conectada con un objeto deseado,  personificado mediante la dependencia existente entre el sediento y la necesidad de beber o la sed representada en la necesidad de compañía femenina. Al respecto, si tomamos en diálogo el texto subsiguiente en la página (49) llamado “Sumando todos mis puntos”: Pero otrora (para ti) fui un hombre. Se observa que la voz lírica surge para reconocerse frente a otro (a). Es decir, el sujeto necesita revalidarse desde su masculinidad, pero termina interfiriendo la óptica anterior y destruyendo la imagen de sí mismo: Ahora soy un hijo de puta, por lo tanto se consideran aspectos enlazados con la naturaleza humana y cómo ello marca además, las relaciones amorosas de pareja, en las que el hablante lírico se ve envuelto: Y de que cuando se suman todos mis puntos /Tú terminas saliendo ganadora. Ello se aprecia en estos versos en que la voz poética alude a la imagen femenina, en términos de cederle un sitio superior, dentro del complejo eje de la relación nombrada.

Desde el enfoque señalado, la visión poética que emerge desde los versos de GIBONNI son imágenes vinculadas con las complicaciones existenciales referidas, tanto hacia sí mismo, el hombre, las relaciones amorosas, la familia y otros. En este ámbito, el poeta nos presenta un mundo vacilante y delicado como la misma naturaleza humana, que ciertas veces desea ampararse en el lugar de lo divino para poseer certezas y no caer en riesgos que lo lleven hacia el precipicio. Siendo de este modo, los poemas presentados en Banderas de un imperio hundido del cantautor y poeta croata Zlatan Stipišić (GIBONNI) corresponden a exactos y bellos fragmentos de su mirada ante la vida compleja, oscura y retraída, observada por él, dentro de la sociedad contemporánea.

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Claudia Vila Molina – Poeta, profesora y Magíster en Literatura Comparada)