NIÑOS DE LA TORMENTA E OUTROS POEMAS – por Cláudia Vila Molina

Foto de Mariam Sitchinava

Niños de la tormenta

Cuando en la noche me visto con pedazos de piel

La luz me invoca y atraviesa corredores de casas

Ando desnuda por los bordes del cuchillo cuando sorpresivamente

Soy un cuadro reflejado en este espejo y los surcos desde los que te arranco

Suenan en las huellas de este  manuscrito, dobles aúllan dentro de mí

El tacto desciende a fornicar encima de grafías se lleva hálitos

Y cambia cada cierto tiempo pero una palabra enciende fuego

Nos hace niños en esta tempestad. (Visiones Oníricas, inédito)

♣♣♣

Recuerdos de una noche de verano III

Hace frío en este día domingo

olores del espacio sobreviven en cuerpos derramados en colchas

Nadie está cerca

Duermes mientras lluvias provocan un sollozo y maderas crujen

Duermes, tus despedidas golpean puertas y vuelves a encontrar aquello

Somos los desaparecidos detrás de estos nombres

Ellos nos recordarán en fuentes de iglesias, olores del verano nos expulsan

Y no podemos quedarnos más tiempo

Ellos no podrán detener el calor de lumbres en dormitorios

Ni se ventilarán sus habitaciones en las tronaduras del cielo. (Corteza Oceánica, inédito)

♣♣♣

Tercera noche

Ahora resucito y siento pulsaciones por mi piel

La luna avanza y nos encandila, la vista engendra el nacimiento de los ríos agua que cae

hacia la distancia

Mientras él mueve sus labios y se origina el instante

Tenue

Flotas entre la madera

La estrella de los ojos cae ante la pregunta del universo

Sueños avizoran un fruto decapitado y se mueve el hijo

Desentierra cornamentas desde el espacio

Su voz es fuego

Pero ellos lamen savias desde los árboles antiguos

y se disgregan entre las manos

desde ese minuto alucinas

Ya que tu voz es solo un cauce

se materializa y desentierra sonidos desde el vientre

Agua placentaria me lleva a la ruca en que el instinto graba

Signos, desvela voces. (Visiones oníricas, inédito)

♣♣♣

Estudios del pasado

Rodeo el círculo de las cosas tempranas, mi cuerpo es un lapso de tu mente

Viajas hacia el pasado

Donde las sombras esparcen murmullos y escuchamos el derretimiento

de los objetos como palabras pausadas en la película

Lloras antes que cante el reloj

Mi pelo crece hacia los últimos lienzos y te duele ese latido

Domesticado ante los paisajes

La gente se detiene ante ello

Y sigue

Pero la ruta muestra peregrinos, la luz se esconde en nuestro disfraz

¿Es acaso la expectativa?

Esa voz que cruza imperfecta hacia los humedales

Y en aquella vertiente

Descienden hilos de agua desde la roca pero el espacio se muestra

Solitario como tus hijos

Nos cuesta esperar

Nos cuesta seguir aceptando los sucesos

¿Es esto la paz?, ¿es esta palabra que no pronuncio? (Visiones oníricas, inédito)

♣♣♣

Desencuentro

Soñé con cuerpos antiguos, destrozados nos movemos por las tuberías de la casa. Mis ojos temen  espejismos, cuando se sientan recogen sus penumbras en cuartos solitarios, deshabitamos el moho de las piezas, blancos rostros partidos por reflejos del aire, ¡cuánto llanto en esos escondites! conversaciones rozan el portal. Pero ellos vagan desteñidos por galerías, enciendo lámparas para conocer el cúmulo de restos, huellas digitan sobornos e inseminan sus herrumbres en este dormitorio. Los veré correr por esas habitaciones, apolillados por la frecuencia  y después podré verte llorar, cuando caiga la tempestad y dibuje una piedra sobre ti, entonces el llanto sea una figura difusa y adorne la fragilidad de nuestro desencuentro. (Ancestrales, inédito)

Inmolaciones

Recreo mis hálitos cuando de la tierra brotan regiones aferradas a esta imagen y los sacrificios mueven sus remos hacia la esquina. Te encuentro reclinado entre mis piernas, algo exhala consecutivamente, hace que el vapor de luz irradie ráfagas de sueño. Y esa voz muestra sus visiones: “precipicios por donde expiran razas, olas desprenden sus lenguajes más confusos, por eso la noche es un sótano entre las enfermedades del tiempo”. Algo así como brazos en el océano de eternidad, tu voz me duele en la ausencia, tu cuerpo señaliza sus rutas. Es cuando termino de ordenar minutos y pienso en ti, en tus manos que suben hacia mi desnudez, se deshace mi expresión. Nadie piensa en chocar, no conocemos el olor de órganos inmóviles, pero disfrutaremos de esa vegetación antigua, tus labios en mi muslo, en mis flores más recientes. (Visiones oníricas, inédito)

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Claudia Vila Molina (22-09-1969…) Escritora nacida en Viña del Mar, Chile.  Profesora de lenguaje y comunicación de la PUCV, poeta y crítico literario. El año 2012 publica su primer libro “Los ojos invisibles del viento”, además ha formado parte de diferentes talleres literarios.  Ha sido publicada en variados medios digitales tanto chilenas como extranjeras de renombre: Mar Andrómeda, Babiela, Matérika, Marcapiel, Cantera, Letras de Chile, Triplov y Athena de Portugal, entre otros. Durante el año 2017 participa del grupo Derrame con textos poéticos para la antología surrealista Componiendo la ilusión en honor al poeta y collagista Ludwig Zeller.  Además, ha sido publicada en la antología Luna Llena y la antología feminista Ixquic, junto con la exposición de uno de sus textos en el “Centro Matta” (100 años de surrealismo) (2020). En la actualidad es miembro del grupo surrealista Agartha.